En una tumba egipcia ha sido hallada una pintura de origen copto que según los egiptologos podría tratarse de una imagen muy primitiva de Jesucristo, aunque no descartan pudiera corresponder a algún santo.
Un grupo de investigadores de la Societat Catalana d'Egiptologia y la Universitat de Barcelona podrían haber encontrado en Egipto el retrato más antiguo de Jesucristo. El descubrimiento se produjo durante las excavaciones arqueológicas en la antigua ciudad copta de Oxirrinco. Los coptos, siendo egipcios de origen, fueron uno de los pueblos cristianos más antiguos.
La pintura fue hallada en una estructura subterránea que sirvió como tumba para un escribano noble de 16 años que vivió en el periodo romano-copto, aunque de momento se desconoce la época exacta. La tumba, cuyo estado fue calificado por el líder del grupo de arqueólogos, Josep Padró, de "excepcional", llamó mucho la atención del Ministerio egipcio de Antigüedades, cuyo jefe, Mohamed Ibrahim, anunció el descubrimiento la semana pasada.
Una vez despejada la estructura, vino la sorpresa. “Las paredes están recubiertas con cinco o seis capas de pintura, la última correspondiente a la época copta de los primeros cristianos”. “Hay decoración vegetal, inscripciones que se han copiado, pero que todavía no se han traducido, y la figura de un hombre joven, con rizos, vestido con una túnica corta y con la mano alzada como si estuviera bendiciendo”. Para el egiptólogo, “podría tratarse de una imagen muy primitiva de Jesucristo”, similar a las que figuran en catacumbas romanas, aunque no descarta que pudiera corresponder a algún santo. De momento, la representación permanece protegida y se espera que los escritos puedan aportar algo más de luz.
La tumba mide 8 metros de largo tiene 3,75 metros de profundidad y consta de 4 pilastras. Aparte de la pintura, en el interior fueron encontradas otras piezas insólitas, como un tintero que pudo pertenecer al escribano allí enterrado.
Como ocurre en todos los yacimientos, ha quedado trabajo pendiente para el año que viene. “Queremos hacer catas a las pinturas para ver si las capas inferiores nos dan más información sobre qué puede ser esta estructura”. Eso sí, también se iniciará un proyecto para conservar lo mejor posible las pinturas coptas para que sean visitables en un futuro. Tampoco ha quedado tiempo para excavar una estructura anexa a la que se accede mediante unos peldaños muy desgastados. "No sabemos qué nos podemos encontrar", confiesa enigmático el egiptólogo.
Fuente: Lavanguardia