"Ha empezado a caer", admitió una autoridad rusa, que evitó identificarse, y reconoció que el aparato comenzó a tener "reacciones totalmente incontrolables".
El carguero espacial Progress M-27M, lanzado al espacio el último martes, debía anclarse a la EEI apenas algunas horas después de abandonar la estratósfera. Sin embargo, cuando la misión promediaba el plan previsto, los controladores en tierra dejaron de recibir señales. Los esfuerzos por restablecer la comunicación no cesaron desde entonces, hasta hoy, cuando la situación se tornó irreversible. Mientras tanto, desde la NASA aseguraron que los seis astronautas a bordo de la EEI cuentan con suficientes suministros y no corren mayores riesgos, más allá del incidente.
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